dimecres, 16 de desembre del 2015

Cinco normas para utilizar el WhatsApp escolar de forma adecuada.

Desde su creación en 2009, la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp ha pasado a formar parte intrínseca de nuestras vidas. Entró con fuerza en nuestros móviles para sustituir a los SMS entre dos personas y pronto se pasó a los grupos. Ahora la aplicación más usada del panorama tecnológico conquista también las escuelas, generando opiniones encontradas. Sus ventajas son muchas: permite mantener a padres y profesores conectados, compartir propuestas con toda la comunidad educativa o solucionar pequeñas cuestiones o dudas de una manera rápida y eficaz. Sin embargo, si no queremos que el grupo que compartimos con los padres y madres de la escuela se convierta en una auténtica pesadilla escolar, debemos guardar ciertas normas de comportamiento o netiquetaTe presentamos cinco reglas básicas para utilizar el WhatsApp escolar.
El mal uso o abuso del WhatsApp en el entorno educativo, o más concretamente, en los grupos que conectan a padres y madres con la escuela, pueden generar o magnificar problemas escolares, e incluso incrementar la lista de tareas diarias de las familias. Para que esto no ocurra, te animamos a que sigas estas reglas básicas:

  • 1. Ante todo, respeto. Esta es una norma fundamental tanto en el WhatsApp como en la vida. Solo que en las redes toma una especial importancia, porque es mayor el efecto de todo lo que dices o haces. Una vez has compartido un comentario, ya no hay marcha atrás. Así que rehúye las discusiones personales y, antes de dar una respuesta en caliente, cuenta hasta diez. Piensa que debes ser un ejemplo para tus hijos, y que ellos se enterarán de todo lo que digas o hagas en el chat.
  • 2. No critiques ni difundas rumores. Muchas veces los grupos se convierten en una especie de patio de vecinos. Los padres comparten algún detalle de los docentes que no les gusta y, a base de opiniones de unos y otros, lo que era una pequeña cuestión sin importancia acaba magnificándose y convirtiéndose en un problema para el centro. Así que antes de compartir una crítica o queja, piénsatelo dos veces. Ten en cuenta que en materia educativa el profesor es el  que mejor conoce las necesidades de los alumnos y de la clase. Respeta su autoridad y, si quieres realizar alguna crítica, que sea constructiva. Asimismo, no des alas a las críticas o rumores negativos de otros padres. Córtalas o invita a hablar a las partes implicadas. De este modo no se generarán debates baldíos.
  • 3. Los problemas importantes, mejor en persona. Si tienes un problema con algún profesor o alumno del centro, o alguna duda que te preocupe, es mejor que te acerques a la escuela para hablarlo en persona con las partes implicadas. No enciendas en WhatsApp una chispa que probablemente se convertirá en hoguera, y que solo puede crear incertidumbre y malestar dentro de la comunidad educativa.
  • 4. No te conviertas en la agenda de tus hijos. Muchos padres y madres han asumido el rol de secretarios de sus pequeños: reenvían sus deberes, corrigen sus ejercicios y controlan cada detalle de su vida escolar. Mensajes como “Mi hijo se ha olvidado los deberes, ¿alguien me los puede enviar?” se han convertido en un clásico dentro de los grupos de padres. Lejos de beneficiar a los niños, este tipo de actitudes hacen que los pequeños no asuman sus responsabilidades ni desarrollen adecuadamente su autonomía. Así que la próxima vez que tu hijo olvide los deberes, deja que él mismo se solucione la papeleta.
  • 5. Envía solo mensajes absolutamente necesarios. Los grupos de WhatsApp escolares sirven para gestionar temas de carácter estrictamente educativo. No son un grupo de amigos con el que compartir vídeos o imágenes graciosas, memes, chistes o información de carácter personal, político o religioso. De este modo evitarás que tu móvil y el de los demás echen humo con información innecesaria. 

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